Jose Adolfo

CRISIS HUMANITARIA

El único testigo

un cansado balancín

afirmaba la realidad

 

A la orilla del camino

su pálido rostro

hacía triste

el imperante verdor

 

La humedad

llanto delator

de preñadas nubes

hacían tormentoso

el panorama

 

Dos criaturas

huesudas sus miradas

ahogaban temores

en sus ojos de silencio

 

Contemplaban a la madre

tendida sobre su hambre

 

Ahogaban el silencio

de una tarde de invierno

 

eran indefensos seres

en la urdimbre del estío

 

Esa tarde

sentí el dolor de la tristeza

cargada de inocencia