Siendo libre el regalo más preciado,
que Naturaleza dio al ser nacido,
quédase en su libertad cuán mordido
el hombre: quédase qué encadenado.
Nacido atado hubo ¡cuán maniatado!,
larga cadena le ha sobrevenido,
espinoso pincho le tendrá herido,
ataduras por el camino andado...
No es libre, no tiene liberación,
que la circunstancia lo amarrará,
esclavo de ella será el corazón.
Sólo el pensamiento se escapará,
volará libre la imaginación:
libertad interior que ésta tendrá.
(Salvador)