Ayer te escuché
Y al hacerlo mi cuerpo
Parecía desfallecer
Entonces la misma sensación de siempre
Invadió todo mi ser
Tus ojos nuevamente me perseguían
Ilusionando mi corazón
Mis labios susurraban tu nombre
Con trémula emoción
Volví a sentir sobre mi piel
Tus aterciopeladas manos
Que grababan en mí tu ternura y belleza
Con el delicioso bálsamo de tu fragancia
Todo esto que experimentaba
Invadió mi alma
Dejándome saber,
Que siempre viviste en mí
Que nunca te olvide
Que eres de mi vida
El más selecto jardín
Entendí entonces
Que estoy enamorado de ti
Igual o más que ayer
Que el tiempo no pudo vencer
Lo mucho que te amo yo
Qué importa que no estés conmigo
Si este amor ha sido imperecedero en el tiempo
Si has logrado lo que nadie pudo hacerlo
Llenar mi vida de esperanzas,
Y florecientes quimeras
Solo deseo que un día te des la oportunidad de ser feliz
Y ser yo quien pueda darte esa dicha,
Un día sabrás, que todo lo hice por ti
Deseo que algún día interpretes en mis versos
El amor que te profeso
Este amor que no es un capricho
Ni vana ilusión
Es amor verdadero de un hombre
Que te entregó su corazón
Ayer te escuché
Y tus palabras sonaron en mi oído
Como sinfonía de Ludwig van Beethoven
Generando en mi sensaciones
Más que Picasso, Miguel Ángel o Da Vinci
Con sus obras de arte
Solo me queda decirte
Que te has quedado conmigo
Con todo tu esplendor
Y pido a Dios que algún día
Pueda despertarme
Sintiendo el sabor de tus besos.
Mientras eso suceda
Dejaré que mi pluma
Navegue a su antojo
Escribiendo el amor
Contenido en mi pecho
Que pinte cual Johannes Vermeer
En el lienzo de mi corazón
La joven de la perla,
O las cartas de amor de Ludwig van Beethoven
Que narran de “Mi ángel, mi todo, mi yo”
Porque para mí eres mi perla
Y eres mi todo.