Sólo ámame...
Quédate en mí…
como él amanecer
que me falta por vivir.
Quédate en mí…
En el ocaso de mi vida,
para que tenga sentido vivir.
Quédate en mí…
como perfume en mis manos,
como regalo del Dios.
Quédate en mí…
Atrevido e intrépido,
como llegaste aquella noche a mi vida,
ahora sé qué sin ti
no tiene sentido vivir.
Quédate en mí…
Sin preguntar, sin juzgarme.
perdonándome todo lo que te ofendido,
aquellas cosas que sin querer
te han lastimado y me has lastimado,
empecemos de nuevo, sin celos y sin reclamos.
nos hemos hecho adictos
a sabernos y tenernos,
por qué no lo sé...
¡Sólo ámame!
padezco de falta de amor.
Tengo un deseo terrible de ser amada
¡No me juzgues!
Yo sólo se amar así con todo...
desde adentro donde sólo esta Dios
Se amar hasta los huesos…
¡Así te amo! ¡Hasta morir!
Alicia Pérez Hernández.
No es la pluma la que escribe, es el alma
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