La muerte es un misterio
del otro mundo sumergido
en donde existen losas frías
y, seres queridos dormidos.
¡Allá en el cementerio
con la soledad mas profunda
a mi amorcíto, a un hijo visité y,
encontré mil árboles cipreses
que el sol radiaba de alegría.
Existen mil losas en aquel lugar
y una gran muralla fría
que divide la vida de la muerte.
Allí las flores no embellecen
ni enamoran a los muertos,
solo me recuerdan a mi hijo,
a mi amorcíto ya muerto.
Allí no hay ganadores ni perdedores
solo gente inerte o polvo,
parientes que no pueden hablar..
decir, ... madre.. aquí estoy
existe..... otra vida.
No te hablo de esencia o no ser
ni tampoco de polvo ni de materia,
es la muerte que termina con un ser
y siempre... siente placer
y a un ser querido se lleva.
¡....Así es la muerte!
te roba... lo que más amas
y, todo marcha y, nada queda,
queda una losa fría que dice
-- La morada de un ángel --
Aquí te dejo mis lágrimas
con un poema para ti hijo mío.
Atí, ¡.. te entrego todo mi amor!
Por ti hijo mío yo suspiro.
Autora
María Luisa López Pisú