Hoy se agolpan, lluvia y lágrimas,
noches y soles tibios...
y en mis mismos pasos,
equidistantes y desatentos,
las losas susurran tristemente
los bemoles de mis ojos cabizbajos.
Desacompasados y hartos, mis sueños,
juegan por las calles de yeso
a tenerme en pie, en vida y desalmado.
Hoy son lo mismo siempre y nunca, nunca y mi beso y tus labios;
la calle, vacía y plena, y la tarde latiendo a martillazos... ;
son lo mismo vida y noche, amanecer y ocaso,
labios tristes y anhelantes de tus labios,
ascuas y candentes luces de mis despojos ufanos;
tristemente añorarte y sólo cinco minutos esperando... ;
Tú y vida,
tú y cielo,
tú y yo:
son lo mismo que tierra húmeda y prado,
corazón y alma rasgando
la distancia a tus brazos...
Todo eso truenan las farolas, ojos claros y atentos,
nuestra bohemia amorosa, y virgen: huraño,
yo perdido si no te tengo,
yo parado si no te sigo,
yo contigo... anhelante...
y tu boca,
en pos,
imperando.