Quédate.
Tus palabras fueron claras
al decirme que te marchabas,
¿Es acaso este el fin?
Pues, no lo deseo así.
Sé que te escondes en la vacuidad,
Y que prefieres dejarme en el letargo
de mi dulce soledad,
allí donde forjo demonios
que están en contra tuya.
Pero mi alma lucha contra todo,
mi espíritu anhela el saludo
que hace tiempo no recibo,
cruel agonía mi razón me dicta
olvidar, corazón roto,
no hay herida tan grande como esta.
Ironía….
Cruel ironía,
es más fuerte el amor,
aun con todo este dolor,
cada lagrima lleva un, quédate!!!
Aquí dentro de mi….
Quédate.