Si en verdad soy la diva…la paloma del alba
que te sigue los pasos y te da bellas flores,
ven y pon tus carmines en mi boca de nácar
no permitas jamás que el amor se deshoje.
Si el verdor de mis ojos da color a tus canas
y mis labios espumas a tus mares de bloques,
ven y enciende el quinqué de la luz esmeralda
que me ve todo el tiempo pronunciando tu nombre.
Son las nubes proféticas con su grata sonrisa
interpretan mis versos me responden a coro
al fin oigo tu voz en la fresca llovizna.
Con las manos ansiosas, los cojines aromo
ya acostada en el lecho mis enaguas crepitan.
¡Oh, mi fuego es Vestal…ven y mójame pronto…!
Vestal: perteneciente o relativo a la Diosa Vesta, la que mantenía encendido el fuego del hogar