Hay un niño que recorre mi memoria,
y hay un hombre que revuelve sus raíces.
Hay historias que regresan con matices,
y emociones que parecen abrazarme.
Hay lugares, hazañas, amigos, y sabores
que me cruzan en menudas reflexiones.
Momentos placenteros que me envuelven,
para traer nuevamente lo gozado.
Hay cajones de imágenes guardadas,
que crecieron huérfanas, profanas.
Hay dolor que duele nuevamente,
y amor que añora el alma y aquí se siente.
Hay nostalgias, de sus voces y sus risas,
de sus dichos, y verdades que mamé.
Un tesoro incalculable que mis padres,
derrocharon sin medida ni razón.
Hay recuerdos imborrables en mi vida,
que acunan mansamente mi soledad,
son aquellos que dejaron mis autores,
al legarme su preciosa heredad.