Todavía me parece verte,
tu forma de explicar las cosas,
tu forma simpática y alegre
de enseñar en todas tus formas.
Parecías cualquier loco maestro,
con esa gorra y esas expresiones,
y esos gritos, y esos gestos,
y esos silbidos, y esas emociones.
Contigo he aprendido y he disfrutado,
he sido tu alumno y un poeta,
y un amigo que te había mostrado
el dolor de sus poemas.
Ahora que te has ido, quería decirte
adiós sin decírtelo, ahora que eres
polvo de estrellas, ahora que vives
en todos los que llegamos a conocerte.