SOBREVIVENCIA
Los pájaros van muriendo entre las ramas
a las horas que se desgajan las lágrimas de los cirios,
la sierpe del final del día se despierta
y serpentea sobre los intervalos del suplicio
el espacio llama a su ocupante con voz timbrante
-dime, ser de otras esferas, si llegaste para quedarte-
entre telones de ese drama de universos desiertos
y astros deslucidos sin aliento.
Desdicen los hechos las calles donde reina el desolo
guardándose en la luna cóncava ofrecida de años
para quedarse muy después de que reinen las muertes,
esbozos de vida van endureciendo y se petrifican
desplazando las espumas que se desprenden de su albura
mientras las olas de rojas desangraciones se vierten
sobre la arenisca al lado de los cuerpos silenciados,
sus cuencos impedidos confieren sus ojos a los
avorazados lobos de la mar revuelta.
Me veo recorriendo esas transfiguraciones
como un ser desprovisto de vidas, andando sobre veleros
que se agolpan para llevarme a la vida intransigente
que me habitó los miles años de esta historia y la pasada,
se deslizan ante mí las miradas de famélicas criaturas
que se inyectan e infectan de la vida de este mundo
donde el lidiar se necesita y las mentes entonces
se ocupan en lo abstracto buscando una sola acción
y alternativa: la sobrevivencia.
Lebusla
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