Antes de olvidarte, caminaba con temor a encontrarte.
Temor de ver tu mano entrelazada a otros veintisiete huesos más. Temor a que se escurriera una lagrima, o en mi garganta un nudo se enrollara.
Más hoy te digo, que si he de verte, no temblaré, ni mucho menos.
Esas reacciones se vinculan cuando el ser humano se vé afectado por un episodio causante de dolor, por guardar amor.
Más dime tu, ¿a qué dolor refieren?