Si el iris que expande mis pupilas
a las tuyas, encuentra apacibles
y el infinito en tus ojos precipita,
me siento libre…
Si entre muchas, encontrare a tu sonrisa,
tímida, sostenida, inconfundible,
y en el éter adivino tu premisa,
me siento libre…
Y si de claustros comienza un nuevo día
y el albor de la mañana me persigue,
si las campanas de tu voz en mi repican,
me siento libre…