-¡Viva Patria!
-Que no viva,
que se muera y se hunda,
que se quiebren sus muros y caigan
y sepulten a las almas
que entre ellos habitan.
De entre las ruinas saldrán almas
poseedoras de poder y coronas
que su pueblo les dio;
cargadas de rosas
que a su pueblo les arrebató.
De entre las ruinas
las almas heridas
los vestigios tomarán,
y con ansias de libertad
los lanzarán contra las poderosas
que les arrebataron las rosas
y que como áspid herida
en su veneno se retorcerán.
Entonces de las almas luchadoras
alas y plumas negras surgirán,
y como urracas carroñeras
acabarán con las almas poderosas
de las que retomarán sus rosas
que entre las ruinas sembrarán.
Las rosas levantarán los muros
y de su olor emanará
una dama ataviada de blanco
con una rosa roja en su cabellera.
Las urracas pasarán entre sus vestidos
y transformadas en palomas blancas
de ellos saldrán,
y picarán las espinas de las almas
que amarradas las tenían
para otorgarles la libertad.
La Dama una bandera ondeará
-bandera de libertad-
y las almas, ya libres,
¡Viva Patria libre! gritarán.