Me escriben desde lejos
con palabras alevosamente colocadas
hiriendo mi alma adormecida,
deprisa, corriendo, precipitadamente
las he dejado transfigurarse en una pantalla…
x k mñn?, me preguntan
y no puedo entender…
¿Por qué mañana? ¡Ahora, sí!
Palabras, ¡pobres palabras!,
palabras maltratadas en mensajes cortos,
palabras completas, sin mutilaciones,
sin transplantes, con todas las vocales,
sin ser sustituidas por signos aritméticos.
A vosotras, palabras, os recuerdo hoy.
Sé que perdemos batallas,
observo que quedamos maltrechos;
mas…
¡Resistid palabras!
Yo estoy ahí, con vosotras.
¡No me abandonéis!
¡Quedaos siempre conmigo!
¡No os rindáis!
Hoy yo os defiendo
como también lo haré mañana
y tal como lo hice ayer…
mñn ¡No!
mañana ¡Sí!