Aún percibo el sensual aroma de las calles que de tu mano recorrí,
recuerdo los lugares que vieron nuestros besos, las esquinas que
oyeron un te quiero y las tardes
que se robaron los encuentros.
Hoy anhelo el cielo que te cubre
extraño el frio que te abraza,
las miradas que regalas a mis ojos
y la sonrisa que enseña tu ternura..
Dibujo huellas de tus caricias
en algunos de mis sueños,
capturo el fino aliento de tu cuerpo y
enamoro el lujo de tu amor.
Dispersas sembré mis semillas
muy dentro allá en tu alma
donde ellas germinan
para nunca, nunca querer morir.
Oscar Cruz