Dice que el arrimado
a los cuatro días hace estorbo,
y aún así, me fui a vivir contigo
porque mucho te amaba.
En cambio tu solo querías
de un tonto que te cocinara,
como yo también trabajaba
y llevaba el pan, te enojaste
y a la calle me echaste.
Ya no podías tenerme
como solo tú querías,
hoy me llamas que vuelva
que te hago mucha falta,
para soy feliz sin tus berrinches
búscate a otro
que tus niñerías te aguante.