Mauro Enrique Lopez Z.

Sin tu niñería

Dice que el arrimado

a los cuatro días hace estorbo,

y aún así, me fui a vivir contigo

porque mucho te amaba.

En cambio tu solo querías

de un tonto que te cocinara,

como yo también trabajaba 

y llevaba el pan, te enojaste

y a la calle me echaste.

Ya no podías tenerme

como solo tú querías,

hoy me llamas que vuelva

que te hago mucha falta,

para soy feliz sin tus berrinches

búscate a otro

que tus niñerías te aguante.