Te miro dormido
en una pequeña cuna blanca como tu cara,
ayer, tan guapa.
Miro y pregunto,
no hay contestación a tan profunda pregunta
¿Dime pequeño
ahora que estás en otra dimensión...?
¿quién te dió ese beso a traición?
¡el beso fatal de la muerte!
Miro arriba y veo una nube de algodón
envuelto en ella tus ojos preciosos,
sonríen, brillan...
¡tú no tienes que pedir perdón,
no tienes culpa de nada, solo sentiste dolor!
¿Quién te dio ese beso a traición?
¡El beso fatal de la muerte!
Miles de niños se asoman
entre esas hermosas nubes de algodón,
padres, madres, bombas, gases,
todos matan, no tienen perdón.
Higorca