Ella, la que mi corazón ama con tal fuerza que estremecería al
mundo.
Será aquella, la que nutra mi pasado y cada día recordaré con dolor.
Se desgaja mi alma quedo devastado, y eternamente moribundo.
Y en medio de esta atormentada alma, escribiré con sangre su adiós.
Tal vez me quiso; pero por Dios, ¡¡¡cuanto la ame!!! ¡¡¡como la adore!!!
Tocarla, era como recorrer el firmamento con la yema de mis dedos.
Bastaba su presencia para poner mi mundo al revés.
Y cuando esperaba, un segundo era como un milenio, me devoraba el
desespero.
Ahora que mis sueños se desvanecen como huellas en la arena mojada.
Mis amaneceres serán de inviernos, y las noches de candente hielos.
Mi sentimiento quedara perdido, y mi alma en tu recuerdo atrapada.
En mis labios estará tu nombre, y será mi sombra el desconsuelo.
Mi corazón te seguirá amando, y cada día esperare tu regreso.
No podrán evitar que cada noche en mis sueños este contigo.
y mi alma pueda tocarte, cubrirte con un manto de besos.
Auque nunca mas te vuelva a ver, y este sea el último poema que te
escribo...
ISRAEL CARE.
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