Señor veo tu mirada sembrada en el cielo
en el campo, los ríos y hasta en la nieve,
estas en mi entorno tocando de luz mi alma con tu palabra
puedo ver dentro de mi y amo tu presencia
estas en mi espacio, tiempo y momentos
para sentirte, vivir y respirarte
porque aún llevo en mi corazón el aroma de las flores.
Señor tu eres mi silencio y mi respuesta
el caminar de mis dias,
tu conocimiento y sabiduría
me llena de gozo con alegría
nutriendo mi alma mia haciendola florecer
noto tu huella al despertar, al sonreir y al compartir
fortaleces mi mundo me siento feliz.
Rosa Maria Reeder
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