A veces me haces falta. Y mi ansiedad se pierde en un desierto, donde busca espejismos para verte. Allí, te deseo como el agua. Sin embargo la distancia es infinita. Hundo mis pies en la arena del recuerdo. Dejo huellas. Y no se si las ves o las ignoras. Busco un horizonte donde esté la brújula de tu mirada. Pero tus ojos apuntan hacia otro lado. Me pierdo. Tomo papel. Dibujo un mapa poético. Cambio de rumbo. Pero el nuevo camino insiste en llevarme hacia tí. Entonces, me decido, y tomo un atajo. Voy por la imaginación. Te encuentro. Te reencuentro. Un abrazo. Tu perfume. Mis labios y los tuyos. Juego de seducción. Cuerpos. Piel. Placer. Amor. Adiós. Y volver a empezar, a recordarte.