El aburrimiento
Del no hacer más nada
Y el brillar lejano
De estrellas extrañas
En el cielo hermoso
De beduinos locos,
Ojos fabulosos
Con largas pestañas,
Las miradas vagas
Y pipas moradas,
Me sorprenden siempre
Hasta que me atrapan.
Cenas a la orilla
De un ojo de agua
Con los espejismos
Desde la montaña
De fuentes de vida
Que no atraen nada,
Mientras el asado
Se quema en las brasas
Y las mamaderas
Lloran en la cama.
Verduras saladas
Muy bien preparadas
Y bananas fritas
Al aire de grana.
Júpiter caído
Dentro de una caja
Cuando los beduinos
Lo muestran ansiosos
En la noche larga
De rocas y motos,
De yerbas y yuyos,
De pastos muy duros,
Cabezas envueltas
En la ropa limpia
De turbantes moros,
En la madrugada.
Me siento dichosa,
Linda y añorada,
Me olvido de cosas
Y me pongo blanca
En la noche oscura
Sobre alguna almohada.