Poeta sin alma

Miedo

Con mis dedos he podido rozarte…
ciegos nos hemos ido palpando 
por entre las hojas que 
vuelan por el aire,
buscándonos a gritos, 
llamándonos con miradas,
cruzando el umbral 
de una puerta abatida,
con solo pasos de miedo, 
evitando el abrazo y renegando 
lo mejor de nuestra vida.
Con llagas en el alma 
nos encontramos, 
la batalla al tiempo le ganamos, 
pero, te siento más ausente 
que antes de encontrarte,
y así aún sin celebrarnos 
perdimos la esperanza,
el miedo ha congelado 
ese arrojo en un instante.
Nadando hemos llegado justo, 
donde se juntan nuestros mares,
Sintiéndonos tan cerca, 
nos hemos seguido de largo,
eres amor que te disipas 
como ceniza en el fuego,
me miras desde lejos y yo 
temblando me quemó.
Tu imagen se pierde entre infiernos,
desiertos y cielos, sabiendo que 
mis ojos se marchitan por las lágrimas,
que no mojan mi cara pero, 
me están matando el alma
¿Por qué si nos amamos 
seguimos evitándonos?
El tiempo se escapa y se lleva 
nuestros besos, caricias y deseos 
que nos darían la calma.
Yo sigo donde siempre, 
mirando sin mirarte.
Si quieres, vida mía, 
ven sin contar los pasos,
porque mi cuerpo está sentado 
esperándote en cada ocaso.