rosamaritza

Notas de vidas (TESTIGO DE SUEÑOS)-2-

 

-Hola Maira, aquì fuera hace un poco de frìo entremos, todos estàn reunidos en el gran salòn, vamos ya va empezar la funciòn. -¿Y de que se trata hoy?. -Sàndro y una dama bailaran tango, -Quiero cambiar este traje negro, por un bello vestido de un color vivo. -No hay tiempo es tarde. Llegaròn al salòn y en el centro de la pista se deja escuchar las notas mùsicales, y en perfecta simetrìa dos cuerpos se mueven en candente sensualidad, el cabello de la dama cubre ligeramente su rostro, en tanto Maìra en completo silencio la observa. En el momento que Sàndro toma por el talle a la dama y la deja caer ligeramente hacìa atràs el rostro de ella queda totalmente al descubierto, y un escalofrìo recorre el cuerpo de Maìra y exclama: -¡Soy yo! Sale corriendo gritando: -¡soy yo!, ¡soy yo!. Se abre paso entre aquellas personas y un largo pasillo la conduce a una sala entre cuatro paredes en la que nota varias fotografìas, se trata de ella otra vez, y en cada cuadro presenta un estado de anìmo diferente. Tìmida, atrevida, alegre, triste. Esta vez mas calmada se dice asì misma: -Esto es un sueño, ya quiero despertar. Alguìen se acerca la toma del brazo y le dice: -Venga conmigo no le harè daño. -¿Quìen es usted?, no le recuerdo. -¿Y como es que esta aquì?. -Recuerda que un sueño te trajo hasta mì. -¿Tu eres Sàndro?. -Si tu lo crees lo soy, aunque recuerda que la causa de su desapariciòn es el motivo de estos sueños. Y desesperada al no entender nada de lo que pasaba, grito y grito en un intento de comprobar que todo era un sueño y asì despertar. Tocan el timbre del apartamento y abre la puerta un poco somnolienta a causa de las pìldoras que le medicaròn para lograr dormir. -Hola amiga, ¿como estas hoy?. Acabo de despertar de una horrible pesadilla, creo que me la provocan tantas pastillas. -Recuerdas lo que hablamos ayer, vamos a deshacernos de cosas que te lo recuerden constantemente. Y asì superò aquella ausencia, cual testigo silencioso de tantos sueños y delirios.

 

y la vida continua...