Hoy nuestras letras vacilan, entre espejismos y sueños imaginarios, hoy nuestro ojos se encuentran, entre pensamientos individuales, hoy no soportamos la idea de olvidarnos, pero la cumplimos a cabalidad, hoy los mensajes se escriben con lágrimas, y mucha más sinceridad, hoy... Hoy cuando nuestros caminos embargan sentimientos mutuos, hoy cuando miramos la misma estrella en el cielo, y recordamos que un día alumbro a nuestros corazones unidos, hoy. Hoy cuando estás en lontananza, hoy cuando marchita está la flor que cubría tus sueños entrelazados a los míos. Hoy mi llamada esposa; hoy veo morir en los ríos de nuestra historia, las mil una risas que se nos escaparon insensatas, al tiempo que olvidábamos el mundo al rededor, hoy cuando entornó mi mirada al cielo, y la lluvia ligera y fría me besa con la dulzura que despedían tus labios. Hoy más que nunca, cuando se hace entrañable tu recuerdo, me sorprendo recorriendo tu cuerpo sin remordimiento alguno, envuelto entre tus cabellos y saboreando tu piel, hoy mis manos tiemblan al recuerdo del contacto de nuestras almas, cuando el calor de tu cuerpo quemo mis temores, y el ardor se impregno en mi pecho, cuando ardías y mis manos te admiraban, cual sí fueras agua matinal en las manos de un perdido en el desierto, hoy cuando incluso el sol se entristece al ver yerta la ilusión que nos unía, hoy cuando busco un por que, y me arropa una ignota de motivos, hoy cuando trato heroicamente de contar nuestra historia, entonces descubro que se ha hecho inefable.