Mi primera obra maestra fue un mamarracho
el público más fiel y atento fueron ellos.
Mi viejo dijo: Hooo! que liiindo mamarracho!
Mi vieja: ... no digas eso, que está hermoooso!
Yo dibujé al límite del perfeccionismo da-vinciano;
ellos intentaban descifrar un abstracto-Miro, preguntando:
y... ¿que dibujaste? a lo que respondí con dialecto infantil
...eso es un sol y eso mamá y eso papá!
Ya puedes llamarme mamarraaacho, desamor mío,
no llegas ni a los micro vellos de mi caparazón.
La pregunta no es si me hieres, la pregunta es.
si debo soportar críticas a mi genio nato del amor.