Esta es la real y sorprendente historia
de dos hermanas que permanecieron
unidas en el tiempo y la memoria
Martina y Celia en Galicia nacieron
donde los bosques esconden secretos.
saudade, viento y niebla las mecieron
La vida las llevó por derroteros,
caminos y ciudades diferentes,
mas tuvieron destinos paralelos
Martina y Celia , al cabo de unos años
volvieron a la aldea de sus amores
y casi al tiempo, las dos enviudaron
Y se hicieron mutua compañía
en la dura soledad en que quedaron
compartiendo sus cosas y sus días
Se contaban las penas, los temores,
cómo habían transcurrido sus vidas
se contaban sus sueños y dolores
Hablaban de cosas de cada día
de cómo se encontraban sus almas
o cómo su corazón les latía
Pero Celia enfermó y en su agonía
acertó a decir estas palabras
“ No penes, no llores Martina mía
que , para seguir charlando contigo
algún día ,lo verás, yo volveré
como viento o como pajarillo”
Un dia de Primavera temprana
Martina vio un jilguero volar
y luego golpear la ventana
Comprendió que era Celia que volvía
y al jilguero le fue explicando
los sucesos que le acontecían
El jilguero , con su canto, respondía:
“Martina, todas los días volveré,
durante cientotreintaysiete días,
cuéntame tus cuitas en este tiempo
que para no ser un alma en pena
me debo fundir con el universo”
Desde el día diecisiete de este mes
fecha del vencimiento del plazo
al jilguero ,se le ha dejado de ver
Esta historia , usted la puede interpretar
según su religión o conveniencia,
o según la real gana que le quiera dar