Hace mucho tiempo,
Me encontré con unos labios,
Eran perfectamente eternos,
Quería probarlos sentir su forma.
Los veía a lo lejos,
Al son del tic tac del reloj,
Moría de ganas de besarlos,
Sentir la miel de tan linda boca.
Transcurrían los momentos,
Cada instante en mi mente volaba a ellos,
Como loco mis frecuencias se alteraban,
Me desvanecía en poder tocarlos,
Corrían los días aumentando mis ganas,
Hablaba con la dueña de esos hermosos labios,
Para acercarme a ellos eh imaginarme probándolos,
Se escurría el tiempo, a prisa iba, sin dejarme besarlos.
En el presente me encuentro,
Y esos labios se fueron a otro lado,
Me quede fulminado en este pueblo,
Sin la dicha de conocer el sabor de aquellos labios.