Mi amada.
Sin flagelo alguno llegaste mí, alborada,
cuál momento en mi vida reconstruiste,
con caricias a mi alma alegría le otorgaste,
¡heme aquí acongojado… por ver a mi amada!
Oh… mi amada.
Mis manos recrean el recuerdo
del momento aquel que tanto sueño,
cuando de tus ropas yo me prendo
queriéndolas arrancar de ti sin ningún miedo.
Oh… mi amada.
¿Logras sentir?
Los susurros vienen de tu alma de mujer,
con el furor de tu cuerpo que resonante se acopla en mí,
sí furtivo es el amor que siento por ti,
Eres el dulce recuerdo que temo perder.
Mi amada... no todo está perdido,
la distancia tiene al amor retorcido,
ven conmigo que
juntos encontraremos las estelas
y salvar este gran amor… nuestro amor que sólo para ti
mantengo vivo.