Fría está la noche,
brillante se opaca la luna
delirante y sumisa,
el llanto torna color sangría.
Aunque mi corazón llore de alegría,
angustiado él está,
caótica tranquilidad
posa en esta vida.
La noche
llora adolorida,
Tan perfecta que es ella
Pero
nadie la admira.