Luisa Arias Soto

Metamorfosis del Amor


Como una niña pequeña me siento dormida en tus brazos y es tu

 

corazón cascabel que va tranquilizando mis pasos, como una

 

huérfana ausente de tu pensamiento cerrado vivo buscando en tu

 

mente un espacio prolongado.




Llévame al columpio escondido de tus sentimientos, donde las

 

mariposas entrelazan los sueños con sus misteriosas alas

 

transparentes en el turquesa encendido del cielo de mi alma

 

cuando la tienes.



Llévame a volar contigo para no perderme en la ruta de un

 

moribundo pasaje que se durmió en el ayer.


Pequeña y niña dormí, mujer y musa desperté junto a ti.


Y como un fénix que se extingue en las llamas, consumiéndome

 

en la pasión inducida fui resurgiendo en las cenizas,


como quien se prepara para volver a extinguirse en otro engaño del amor.

 


¿Por qué llorar? Si sabia que me ibas a dejar, ¿Por qué sufrir?

 

Si a todo se le llega el fin, ¿Por qué el mentir? Si sabias que te

 

ibas a ir.

 


Prisionera vive la niña en tu silencio que le rompe el corazón

 

apenas se descuida, y la mujer no huye porque te quiere cerca

 

porque no aprende a soportar tu ausencia aunque ella se burle de

 

su presencia.

 


Déjanos partir dile adios a esta vida de engaños que pretendes

 

manipular.

 


¡No entiendes!


 ¡Ya no te queremos!


Te robaste el corazón de ambas y ambas te lo reclaman,

 

destruiste las dos mitades y te quedaste sin mí…