Cautiva de su propio destino,
inmersa en una carrera de locos,
almas ahogadas en pánico,
aferrándose a hilos de sueños abandonados
Sumisa a concesiones en conflicto
se ha desvinculado de ella misma,
su dignidad la víctima de subyugación
Perdida en el laberinto de sonrisas fingidas,
un lucha continua contra vientos y mareas
para llegar a la costa del respeto por sí mismo
Agotada por promesas efímeras,
encuentra por cada rincón de su dédelo,
flores amordazadas,
que carecen abrazos tiernos
Tomada la decisión y la elección escogida,
la fuerza de voluntad propia
la puerta,
su mente la llave
Su sonrisa silenciosa,
reflejada en sus lágrimas derramadas
de la libertad recuperada