Tendría que existir un cementerio
donde organizar los funerales del amor,
aquellos amores que se perdieron,
aquellos amores que se olvidaron,
a los que murieron al nacer,
los que crecieron un poco,
y a los que fallecieron ya ancianos,
es importante también que exista un párroco
que le de los santos oleos,
últimamente he visto
por las calles a mucho fantasma del amor penando,
porque es cierto que algunos se van en paz,
y se van con los pecados absueltos, y perdonados,
pero hay otros que se van llenos de rencores,
con remordimientos de conciencia
y estiraron la pata odiando,
a todos ellos hay que organizarles exequias solemnes,
a los que se agotan por desconfianza,
por distancia, por tiempos, los que perecen por acuerdo mutuo
o los que se extinguen por engaño,
por eso es importante que exista un cementerio para el amor,
para que cada temporada le llevemos unas flores
y les recemos un rosario,
y hacerles una fiesta, llevarle sus ofrendas,
y echarnos unos tragos en su memoria,
ya ven ustedes que nunca está de más recordarlos.