En mis manos una jugosa fruta ,
atrapaba mis sentidos .
La cortè en varios trozos ,
para saborearla poco a poco .
Y en eso estaba ,
cuando llegaste a mi ,
diciendo , el placer ,
de verte comer este fruto ,
me trajo .
Y quiero probar ,
lo que te tiene ,
tan complacido .
Y asì hice ,
te servì ,
y comiste ,
y al hacerlo ,
te fuiste materializando .
Y tu bello cuerpo ,
desnudo frente a mi ,
me imposibilitò ,
seguir comiendo .
Y tu sonrisa ,
fue tal ,
que luego decìas ,
ahora cual fruto prefieres .
Y no pude decir nada ,
me acerquè a ti ,
el hombre sabìa ,
lo que debìa hacer .
Y la eterna ,
y sublime mujer en ti ,
asì me lo hacìa sentir .
Y la eternidad del amor ,
la hicimos pasiòn .
Y ya comprenderàn ,
que mi pluma ,
se guardò ,
en el depòsito ,
donde el bienestar varonil ,
se complace ,
y no se quiere terminar .
Y los frutos del amor ,
se siguieron sucediendo .