Indicios
Creo
en vos y en los otros vos que no conozco
que son todos para mí desconocidos;
en la mirada sosegada del anciano,
en la desconsolada caricia de un amigo solitario
y en los sollozos silenciosos y salobres de un niño.
No creo
en la mansa voz del erudito que explica lo impreciso.
Recuerdo
cada día que dejé de vivir por no estar conmigo,
el primer llanto de mis hijos y el último
y todo lo que no hice por pudor.
Olvido
la ficción y los sin sentidos de cada día.