Nos juramos tanto amor,
nos amamos tanto, tanto,
que nunca superó el llanto,
el deseo que escapó.
El miedo que me encarcelo,
fue el motivo de esta
pregunta,
¿Cuanto?.
Dime amor condenado
¿por que?
¿Cuando?
Tantas preguntas que solo tú
misericordioso silencio contesta.
¿No se quien contesta tu o el?
Ves más preguntas sin respuestas
Sigo aquí esperando una apuesta
¿que puedo perder?
pero que esperar
Con una respuesta
mentirosa.
La noche eterna pensando
cansado los motivos de mis preguntas
pagando caro mi traición
a tu corazón.
Fuiste mi ego, yo tu canción,
Que cantaba tu mirada, con mis poemas
con mis pétalos de rosas, que adornaban los días, más tristes,
lo más fríos y calmados .
Esos días en que la mentirosa de hoy
no es como la de ayer
tampoco su hermano
aprobaría
este descaro
hacía el.
Fuimos creciendo lento
madurando las caricias, y el tiempo,
madurando año tras años,
poniendo los cimientos de que una
vez ya no es una relación de confianza.
Esta rota y confundida quien mintió primero
¿tú yo o el? y ¿ella?
cuatro preguntas en una sola frase
!Y ninguno de los cuatro tenemos las respuestas!.
Pero el destino invariable,
despertó infieles instinto,
y te fuiste a probar…
otros labios, tan distintos.
Y un día te dejé partir, para yo poderme ir,
con ella, lo supiste, y me cargaste,
en una mirada.
Mi llanto murió en silencio,
la tristeza consumió,
este amor que era inmenso.
Pero que puta vida es está
es peor que una ironía cruel
quien iba a sebér
que yo te estaba poniendo los cuernos
con tu mejor amiga que a la
vez tu me lo estabas poniendo con mi mejor amigo
Es que es para morir de risa
Peor que una ironía.
Y yo tomé mil caminos,
y tú… perdiste tus pasos,
y buscaste mis abrazos
y yo…buscaba tus silencios
Solo recuerdos quedaron
guardado en una canción
juramentos y sortijas
viejos miedos, que se helaron.
Miedos de hoy que eran como los de ayer
ya son fríos y condenados a estar en nuestras memorias.
Y tú… seguiste buscando,
y yo…seguí sonriendo,
y tú… seguiste queriendo,
y yo…aquí vivo soñando
Escrito Por Carlos Yemel