Los campos están secos
y floridos no están los árboles,
las mañanas, aun son mas frías
al igual que los miedos
que consumen nuestras palabras.
Las estaciones en estos tiempos parecen inútiles
como cuando se cruzan nuestras miradas;
ningún esfuerzo valió la pena, se murió,
ningún retoño sobrevivió.
El agua del estanque se congelo
y las noches son mas negras que de costumbre
llevando nuestro cuerpo hacia el extremo
de una habitación helada, olvidada,
solo recordada por el insomnio
de un techo sin estrellas
sin la luz de luna;
de un rio sin agua.