Mujer flor de lis, pétalos marchitos como mi alma en este momento.
Quiero desvanecer un poco esta zozobra,
ya que el precio de este sentir el olvido me lo cobra.
Entonces, cuando el viento me runrunea tu nombre,
cuando la lluvia de gota en gota te pronuncia,
cuando el relámpago me dibuja tu rostro ¡tu bello rostro!
Cuando los truenos retumban y sucumben mi optimismo
¡por no sé qué sentimentalismo!.
Cuando el sol lo confundo con la luz de tu mirada,
cuando te dedico mi insomnio en la madrugada.
Cuando el día me hace sentir tu indiferencia,
cuando la tarde me llena de tu absencia
y el hastío me aprieta, cuando la noche
¡la negra noche! Me pone más poeta
eres tú ejerciendo involuntariamente esa fuerza.