Si sus rayos el sol los ocultara
y la rosa su efluvio lo perdiera,
si el gorjeo del mirlo triste fuera
y mi cielo sombría se quedara;
si de noche la luna se apagara
y la miel su dulzura no tuviera;
si en desierto la mar se convirtiera
y la luz de la aurora no brillara:
De tu boca su vino me bebiera,
con la luz de tus ojos me alumbrara,
y tu aliento en mi aliento efluvio fuera;
porque tú eres el ángel que soñara,
y de mi alma la dulce y gran quimera
que mi vida por siglos esperara!!
Autor: Aníbal Rodríguez.