Se ha hundido lo que recuerdo
en este océano que ya no reconozco
yo mismo o alguien me ha atado al frío marino,
las sirenas cantan en un lenguaje que no entiendo
aguardo a que los astros señalen el rumbo
y una corriente me desancle el miedo.
Los litorales de remordimientos se funden con la sal acumulada
para que los navíos sean desclavados de este amargo océano acorralado,
que envejece con la boca llena de espuma,
sus ojos no podrán fijarse al horizonte
permanecieron llenos de niebla
cuando los hilos de agua de los arrecifes anunciaron sus tormentas.
En los archipiélagos una mujer tiene los pechos llenos y los brazos vacios
un hombre tiene rotos los ancladeros
debajo de las rocas algo los golpea sin que se den cuenta
mientras las gaviotas enmudecen
extendiendo su blanca tempestad con sombras de alas negras
toda esta marea entro en su cuerpo
hasta vestirlos con mariposas que vuelan cerca de las olas
para que el oleaje descubriera el musgo que pudo ser arrullado
todo ha llegado a las playas en su forma de desiertos de agua
algo se ha hundido y es todo lo que recuerdo