Tú y tu boca lisonjera
que alaba y exagera
buscando su objetivo
sin tener claridad de motivos.
Tú y tus ojos sagaces
que provocan ternura
y disuelven la amargura
como la fortuna de un par de ases.
Tú y tu sonrisa traviesa
que se asoma con levedad
cómplice de tu oculta maldad
capaz de hacer al corazón pavesa.
Tú y tu corazón piadoso,
que riega por doquier amor y gratitud;
que en cercanía provoca de la soledad el alud
y al alejarse vuelve el paisaje tenebroso.
Tú y tu trato complaciente
plagado de halagos y atención
que ponen bajo cero a la razón
y el alma se hace de ti dependiente.
Tú y tus caricias disfrazadas
ocultas tras el azar y los reflejos
que al tacto ponen perplejo
y al advertirse vuelan espantadas.
Tú y tu insoportable silencio
escudo y arma al mismo tiempo
que se confunde con el viento
y vuelve al sentimiento un necio.
Tú y tu titubeante amor,
que mi corazón sintió
llenando a mi vida fulgor
y en confusiones se perdió.