Muchas líneas se trazaron
muchas vidas se pensaron,
pero aún así todo convergió
somos empleados del tiempo
y de las voluntades,
llegamos a ser porque hacemos
tan simple como eso.
No hay sonido en la canción
del entendimiento,
arpegios disonantes
escapes malograntes.
Caemos en el poder
y en la influencia,
pensamos en nuestro yo
que se irradia insolemne
y al final caemos
una pendiente del tiempo
y el espacio
nos hace morir al segundo
nos hace ignorar lo profundo.