y yo soñaba
tantos deseos y anhelos.
Y yo cantaba,
con los coros celestes
con las sirenas en la playa.
La vida brillaba
bañada en sol
todo se iluminaba
bailaban las hadas
volaban!
Y me aguardaban
en la casa colmada de esperanzas
con paredes de cristales,
de ventanas doradas.
Estrellas brillantes en el cielo se alzaban,
fugases cumplían promesas.
Guiaban los principies de tierras lejanas.
Entonces la vida cambiaba,
los soles se ocultaban
las estrellas ya no brillaban
El cielo se nublo.
Las hadas corrieron,
guardaron sus alas.
Los coros celestes sin sol no cantan!
y yo callaba
quemaba muy dentro los gritos del alma
y las sirenas zarpaban
a otras playas mas plácidas.
Los monstruos tomaban
los corazones,
los desgarraban
la vida se arrastraba
Aterrada a la casa dorada
pero ya no aguradabán
pues en monstruos
mutaron los principies viajeros.
Y fue cuando cruelmente te dijeron
que los cuentos de hadas
nunca fueron verdaderos.