El alma es una gruta
un laberinto indefinible
a veces coartada susceptible
aunque todo lo soporta
se rompe
se pierde
se desdobla
se va con otro.
No se corrompe
colisiona
en la esquina
con el amor
con la sorpresa
con la muerte
se recompone
se conmueve
porque esa es su esencia
transparente
endeble
es aliento
es presencia
en cada mitocondria
aún así y a pesar
de nuestra propia ausencia.