Es el viento…
Azota mi corazón con fuerzas inquietantes.
Me advierte de tormentas en su máxima potencia
o talvez solamente sean aires que me citan a la frescura
en la superficie de la piel.
Viento de cariños que mueven mi palmera
y la hacen ladearse acompasadamente
buscando el ciclo de las ráfagas que circundan,
buscando el auge del ritmo en las cosas…
Viento moderado…
Me muevo al compás de la caricia sibilante
me impregno de materias y novedades discretas
me busco en el zigzag de las corrientes atenuadas
me regocijo en los soplos de amistosa compañía.
Es la brisa…
Me anuncia palabras amigables, con fuerza de sortilegio,
y me llena de arrullos uniéndose a mi playa
donde soy palmera y soy roca y arena sublevada
donde soy oídos mejorados para mi amada….