Apabulla el olvido
en soledad...
cuando incontenibles
segundos de miseria,
se despeñan...
tenuemente lacerados,
en insoportables
horas deslazadas,
y desde mi triste corazón
olvidado de abandono,
un alucinado
y desnudado beso...
a penas se engalana
entre tenues primaveras
de nostalgia,
entre mares...
desnutridos de cariño,
entre ausencias...
laceradas en sus olvidos,
por la tarde despeñada
de incólumes...
y lánguidos desaires,
entre abrazos...
a veces entristecidos
y esquivos de penuria,
en la alcoba...
deslucida de su talle.