Me fui arropado callado por la orilla
de destellos que emanaban desde el cielo.
Sin saber ni comprender la maravilla
fui una ola convertida en mar abierto.
Fue una onda de placeres embrujados
en la fina tempestad de algo divino.
Fue un rayo de esperanza dispersado
en un río con caudales infinitos.
Desde el cielo bajó cual onda amada
esa fuente de luz radiante y pura
con sonidos de aves encantadas
que cual canto se impregnó en mi cuna.
Y ahora soy poseedor de algo que emana
desde el centro de mi sentir más puro
definido en mi vivir.....\"amor del alma\"
que he de guardar para siempre con orgullo.
LEONARDO HENRRICY SANTIAGO
(Leo Henry)
Recluta de la nostalgia