Soneto Melódico
HOMBRE, FAUNO Y ÁNGEL
regresivo
Descorrí la cortina blanca y mágica
que cerraba la entrada al paraíso
y fue porque el deseo así lo quiso
jamás hubo intención malsana o trágica.
Lanza en ristre causé grana hemorrágica
o mejor, fue mi fauno quien lo hizo
consiguiendo obsequioso tu permiso
y venciendo a la bestia antropofágica.
Como ángel viajé sobre una nube
triangular de figura y terciopelo
de otra forma tan alto nadie sube.
Renunciando está el éxtasis al suelo
yo no quiero volver a donde estuve:
¡Mis lecciones apuntan hacia el cielo!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino