Cada ola del mar
por él mecida,
cada rayo de sol
que sepulta el día,
cada ráfaga de viento
que la palma azota,
asi se azota mi alma
en la tormenta de mi vida.
Por qué esta soledad,
que abrupta, agobia
mi espíritu ,deshace
y lo lacera,
quedando las pavesas
esparcidas en la arena,
las que se lleva la tempestad
y en otros mares las sepulta.
No logro divisar mi norte,
el sur para mí no existe…
En dónde quedaron
las promesas que me hiciste…
Recuerdas cuando
me decías que me amabas?
sólo el cuerpo
de mi te interesaba,
pero mi espíritu
se quedó en la nada.
Y tú dices que me amas?
No es amor lo que hacia
mi te mueve;
sólo es deseo carnal
de madrugada.
Amar no es quemarse
en el fuego que arde,
amar es entregar el alma,
el corazón, la fe y la calma.
Felina.