Todo,
definitivamente todo
era amor.
Los perros olfateando
sus partes intimas
era amor.
El borracho abrazando
el cartón de vino
tirado en el piso
era amor.
El pibe masturbándose
pensando en su amiga
era amor.
Las puteadas,
en ocasiones
eran con amor
Pero llego el día
en que los perros se peleaban,
los borrachos se rehabilitaban,
los pibes se pusieron de novios,
y las puteadas eran verdaderas...
Todo por amor.